EL BAÚL
Edición electrónica
miércoles, 2 de marzo de 2011
Fuimos al Teatro
El día 25 de febrero de 2011 acudí a ver Pinocho al teatro Jovellanos. Primero fuimos a la exposición del Antiguo Instituto Jovellanos, y antes encontramos a Carla, que iba a los juegos de Begoña, con lo cual fuimos con ella. En la exposición estaban también Miguel y Estrella, los que vinieron a enseñarnos lo de la iniciación a la danza.

Mientras esperábamos a que empezara el teatro, jugamos con títeres en la Plaza del Parchís, y vimos un espectáculo de unas viejas que se escapaban del hospital y se ponían a tender bragas.

El teatro parecía como un cine porque tenían una pantalla transparente por delante y otra por detrás de los bailarines. En ellas se proyectaban imágenes. Bueno ahí va el cuento:

Al principio se veía a Gepetto solo en su casa, por que no tenía amigos. Pensando en eso, decidió crear a Pinocho. Al día siguiente lo llevó a la escuela, pero todos los niños se reían de él porque era una marioneta. Los niños estaban proyectados en la pantalla de atrás.

Pinocho se escapó de la escuela y fue a ver un espectáculo de títeres en el que las marionetas le pidieron que les liberará cortándoles las cuerdas, y eso hizo, pero no debió de hacerlo porque el señor de los títeres llamó a la policía y lo llevaron a la cárcel. En la cárcel el hada le dijo que si era bueno y se portaba bien lo sacaría de la cárcel. Él se lo prometió y el hada lo liberó. Mientras, Gepetto lo había estado buscando y le había dejado una nota en la mesa de su casa. Decía que estaba en el mar y que lo había tragado un tiburón.

Pinocho fue al mar y encontró a su padre dentro del tiburón; anduvieron y anduvieron hasta que llegaron a la boca. Allí, le hicieron cosquillas en la campanilla, el tiburón estornudó y ellos salieron volando. No podían nadar hasta la isla, así que utilizaron la caja que llevaba Gepetto como tabla de surf. Ya en la isla, vino el hada y le concedió el deseo de ser un niño.
Mereció la pena ir.
Beatriz García Díaz 4º A.

Etiquetas: